Los delitos contra la vida silvestre constituyen un negocio lucrativo. Al igual que el tráfico de drogas o de armas, el tráfico de especies silvestres está controlado por peligrosas redes internacionales.
Este tipo de comercio ilegal amenaza especies animales y vegetales protegidas. A nivel mundial, las autoridades nacionales hacen cumplir su reglamentación en este ámbito principalmente en las fronteras. Algunos ejemplos de productos ilícitos son el marfil, las pieles y los recuerdos.
La imposición de sanciones está principalmente dirigida a las partes activas en el tráfico.
Sin embargo, en virtud de la reglamentación de la UE y de los Estados Unidos, cualquier parte relacionada con el tráfico ilícito de especies silvestres, por ejemplo mediante el transporte, también puede ser objeto de sanciones. Por esta razón, Air France KLM Martinair Cargo revisa atentamente los datos de cada envío antes de aceptarlo para detectar cualquier signo que apunte a este tipo de tráfico.
Más de 180 países en todo el mundo han ratificado la convención
CITES, que busca asegurar que el comercio de animales y plantas salvajes no amenace su supervivencia. Estos países han incorporado el contenido de la convención en sus legislaciones nacionales.
Además de las autoridades reguladoras, ciertas organizaciones privadas han unido sus fuerzas en la lucha contra el tráfico ilícito de especies silvestres:
Fiable y Responsable